La semana pasada terminamos de ver los conceptos de relaciones sintagmáticas y paradigmáticas de Ferdinand de Saussure con lo cual dimos por cerrada la parte de la materia dedicada a su teoría.
El viaje que empezamos ahora es un poco más largo. Nos vamos a dedicar al pensamiento de Charles S. Peirce de acá a la mitad del cuatrimestre. Lo haremos a través de la lectura del libro de Roberto Marafioti, Charles S. Peirce: el éxtasis de los signos.
De la introducción y el capítulo 1 tratamos cuestiones generales a saber: ¿Quién fue Charles Peirce? ¿Qué es el pragmatismo?
Peirce fue un lógico, entre muchas cosas, y formuló una teoría sobre los signos cuyo objetivo es dilucidar las condiciones formales del conocimiento y la verdad. Recuerden que cuando decimos «formal» queremos decir «necesarias» en cualquier caso, independientemente de una forma u otra en la que esto se da en la vida material y concreta. La semiótica es una doctrina formal de los signos, no se ocupa de otra cosa que de la condición necesaria de los signos, de la verdad y del razonamiento.
Dijimos que el pragmatismo se resume en lo que dicta la máxima pragmática: un objeto es equivalente a sus efectos constatados y posibles. Las cosas son en tanto repercuten sobre otras cosas, especialmente en el conocimiento del hombre.
A partir de ahí empezamos con las categorías, que son las bases teóricas del pensamiento de Peirce. Sin conocimiento de las categorías no podremos entender ninguno de los conceptos más avanzados de su teoría.
Las categorías resumen todo lo que existe para el hombre y que forma parte de su mundo. Así pues tenemos:
Primeridad: todo lo que es tal cual es sin relación con una segunda cosa. Las cualidades puras, como posibilidades sensitivas del hombre, son ideas de primeridad.
Segundidad: todo lo que es tal cual es, con relación a una segunda cosa, pero con exclusión de una tercera. Los hechos singulares, la acción bruta, todo lo que podemos entender como existente debido a que tiene una espaciotemporalidad. Las segundidades encarnan cualidades (primeridades, es decir), ponen en relación a las cualidades. La segundidad es el mundo de las relaciones físicas.
Terceridad: todo lo que es tal cual es con relación a una segunda y una tercera cosa. El razonamiento, las leyes, las reglas, los hábitos, cualquier forma de pensamiento que verse sobre la generalidad. Veremos que en ello, para Peirce siempre entran en juego tres elementos.
A continuación les dejo links a tres posteos de este blog en los que aparecen reflexiones y definiciones sobre las categorías. El primero de ellos corresponde a las clases de Semiótica que doy en la carrera de Ciencias de la Comunicación. Les pido que cualquier comentario o duda sobre los contenidos de ese post lo hagan aquí, ya que si se mezclan las dudas de los alumnos del CBC con las de los alumnos de FSOC se vuelve todo un lio.
El segundo corresponde a la clase que di sobre el tema el primer cuatrimestre de 2011.
El tercero es un ejercicio en base a un fragmento de la serie Evangelion, que me parece muy pertinente para entender la relación entre la pura posibilidad y la nada, tal como el libro plantea con respecto a la primeridad.
También vimos la división de las ciencias que hace Peirce en el capítulo 3 del libro de Marafioti. Con respecto a esto dijimos que la semiótica es otro nombre para la lógica. Lógica, ética y estética son las tres subdivisiones de las ciencias normativas, que forman parte de la filosofía. La filosofía es una ciencia formal que versa sobre las condiciones necesarias del mundo del hombre. Las ciencias normativas se encargan de entender las condiciones formales que deben reunir las cosas para ser lo que son (a diferencia de la metafísica que se pregunta cómo son y la fenomenología que se pregunta cómo se le presentan al hombre). La lógica, dentro de las ciencias normativas se pregunta por las condiciones que deben reunir las cosas para ser verdaderas (la estética para ser bellas y la ética para ser buenas).
Para la clase que viene lean el capítulo 4, Gramática semiótica.
Saludos
Pensar en signos 